Soy una mujer que irradia calma por fuera y tormenta por dentro. Me gusta el poder de una presencia firme y autoritaria, la tensión de una mirada segura y el juego que se crea cuando alguien sabe sostenerla.

La elegancia no está en lo que se muestra, sino en lo que se sugiere. Disfruto de la intensidad, del poder a que me sometan, de esa conexión que mezcla respeto y desafío, donde cada gesto tiene su propio lenguaje.

No busco dominar ni ser dominada; busco equilibrio, fuerza y esa chispa que solo aparece cuando dos voluntades se entienden sin palabras.

Me encanta cuando se vienen encima de mi, sentir cada gota sobre mi cuerpo, el olor a sexo y los azotes acompañados de envestidas.